Primera lectura
Lectura del libro de los Números (11,25-29)
Segunda lectura
Lectura de la carta de Santiago (5,1-6)
Evangelio Lectura del santo
evangelio según san Marcos (9,38-43.45.47-48)
Para esta reflexión dominical, tendremos una concepción especial, no
porque ésta opaque el mensaje evangélico o porque sea más importante que la
misma Palabra de Dios, sino que hoy es tema obligatorio para este siglo; se
trata de la visita del Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio), Obispo de Roma
en visita pastoral a los hermanos pueblos de Santiago de Cuba y Estados Unidos
de América.
Lo primero que tendremos que especificar es que la visita del Papa a estos
dos pueblo no es una visita política o de otra índole, ella tiene como objetivo
único y específico el carácter Pastoral, esto es el fortalecimiento de la fe en
los distintos pueblos, ateniéndose a las palabras que dirige el Señor a Pedro:
“yo he rogado por ti para que tu fe no
falle; y tú, una vez convertido, fortalece a tus hermanos” (Lc 22,32).
El Papa Francisco es un personaje importante dentro del escenario
mundial, pues su figura atrae millones y millones de católicos y no católicos
en el mundo entero, pues sus palabras sencillas y claras, –como muchos lo manifiestan – y su cercanía
para todos, hacen que el mudo lo escuche con atención.
Los mensajes transmitidos en Santiago de Cuba y los que tendrán lugar en
Estados Unidos y en la ONU están cargados de esperanza y aliento para que
ninguno desfallezca y se sienta acompañado en la vivencia de la fe y el caminar
cotidiano. Obviamente como líder mundial tiene la responsabilidad y obligación
de intervenir en muchos aspectos que hoy se reflexionan, como por ejemplo la
paz del mundo entero como la ha expresado en Cuba haciendo una referencia
específica para Colombia.
Su mensaje es como el
de Jesús: misericordia y esperanza para todos los que lo acojan.
P. José Aníbal Rojas Bedoya
Capellán de comercio